Con la fuerza de una bestia/ ofendida y desterrada/
buscaría el mar para salvarnos/ de la traición y la pereza./
Pero es tan negro y profundo el océano/
tan astillado y fugaz el llano/ que, así, como se puede/
enlazados, enteros/ escribo en la hora estos versos/
tan ineficaces como improbables.