A partir del mundo interior de sus personajes Paula Winkler construye el mundo narrativo de Los Muros. En estos cuentos la circunstancia suele ser mínima, casi puntual, son vidas donde la concentración, la intensidad, parece haber suprimido todo desarrollo y donde las historias se nos refieren escuetamente. Es en el momento del conflicto, en el punto de máxima tensión, en donde se cifra la biografía entera del personaje.
(…)La existencia de dos mundos diferentes, entre los cuales se establecen relaciones estrechas e influencias recíprocas, manifiesta su presencia (la de los personajes) en accidentes de toda suerte que interrumpen el curso cotidiano de la vida. El verdadero motor de estos relatos suele ser la angustia de los personajes, la angustia que los atormenta y les otorga, a la vez, interés y una suerte de raro privilegio.
Elisa Rey para Editorial Botella al Mar.